domingo, 20 de marzo de 2016

DRACULA DE BRAM STOCKER

La versión que Francis Ford Coppola dirige de la novela de Bram Stocker abunda en elementos eróticos, presentes tanto en conversaciones entre personajes (así sucede en el caso de algún  diálogo entre Mina y Lucy) como en escenas donde la carnalidad y la elegancia formal a la hora de presentarla son los elementos predominantes.  Quizás la secuencia más recordada por el espectador a este respecto sea la de la seducción por parte de unas lanzadas vampiresas a un mojigato Jonathan Harker, jugando Coppola con las luces y texturas de las telas entre las que aparecen estas figuras tan eróticas y excitantes como letales, en clara alusión al pecado y sus funestas consecuencias, como bien queda patente en la resolución de la escena. Buena parte del éxito de esta escena sea la aparición de una primeriza Monica Bellucci en el rol de novia de Drácula, preludio de lo que acabaría por convertir a la bella actriz italiana en todo un icono del erotismo y la belleza en el cine. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario