domingo, 22 de octubre de 2017

298. HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE

HASTA EL ÚLTIMO HOMBRE, 2016
(HACKSAW RIDGE) 139´                                                         MEL GIBSON

“Señor, permíteme salvar a uno más.”
Desmond Doss


Diez años después de su último trabajo detrás de las cámaras y tras superar su propio infierno personal, Mel Gibson vuelve con Hasta el último hombre a tratar varios de los temas recurrentes dentro de su filmografía como director, el resultado, la constatación palpable que Gibson es un director más que solvente.

Tras una primera parte digna aunque plagada de clichés y  situaciones manidas dentro del cine de superación personal, la película nos adentra en el infierno de la toma de un enclave estratégico por parte de las tropas norteamericanas en plena Segunda Guerra Mundial, donde volvemos a ver tal como sucediera en Braveheart una violencia real, descarnada, sin filtros de ningún tipo, pura barbarie pero filmada con el talento narrativo de un grande. Es en esta segunda parte donde la cinta alcanza sus más altas cotas tanto a nivel interpretativo como de puro cine, con una banda sonora que hace acto de presencia en los momentos en los que tiene que hacerlo y donde el uso de recursos como la cámara lenta se lleva a cabo con inteligencia y sin forzar.

La película cierra con el testimonio real de varios de los personajes que protagonizan la historia, logrando Gibson que lo que nos cuenta Hasta el último hombre quede todavía más grabado a fuego en nuestra retina, aunque eso era algo que ya habían logrado las angustiosas, emotivas y salvajes secuencias mostradas con anterioridad.





ME GUSTA: Ver la cámara narrar la barbarie de la guerra a lomos de los rifles.

NO ME GUSTA: El abuso al que Andrew Garfield lleva su expresión de paleto, sobre todo en la primera mitad de película.

FRASE RESUMEN: Para el que todavía crea que hay algo de belleza visual en las guerras.