GLADIATOR,
2000
(GLADIATOR) 155´ RIDLEY SCOTT
“Fuerza y honor.”
Maximus
Ridley Scott
recupera el género peplum y lo hace a través de una cinta que cuenta con todos
los elementos para ofrecer un título para quedarse en el imaginario colectivo.
Unas interpretaciones excelentes, una historia de traición y venganza, una
banda sonora de Hans Zimmer que refuerza tanto la grandiosidad como los
momentos intimistas de la película, una espectacularidad en la puesta en escena
y en las secuencias de lucha y toneladas de frases para el recuerdo.
Y sin embargo el resultado
no es sobresaliente, lo cual no quiere decir que estemos antes una mala
película. Vemos así a un Scott sobrado en el apartado técnico pero que carece
de la capacidad para crear una película redonda contando como hemos dicho con
todos los medios a su disposición.
Una buena película
que puede que en los excesos haya tenido su principal escollo. Su director
aborda demasiados temas y lo hace de manera somera, lo cual nos invita a dejar
de lado estas lagunas en la evolución de la historia para deleitarnos con el
periclo de Maximus en busca de venganza.
ME GUSTA: A pesar de
que los méritos interpretativos fueron para Russell Crowe me quedo con la
lastimosa interpretación de Joaquin Phoenix.
NO ME GUSTA: Hay
varios momentos en los que el director utiliza técnicas visuales que nos sacan
de la película, como el momento en que Máximo es trasladado herido en el
carromato con el resto de esclavos.
FRASE RESUMEN:
Gladiator se mira en el espejo de cintas como Espartaco, ese es su principal
pero.
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