domingo, 13 de septiembre de 2015

NICOLE KIDMAN


Nicole Kidman logró una fama excesiva durante los años noventa y primera década del nuevo milenio a tenor de sus capacidades interpretativas, las cuales han quedado aún más mermadas por la obsesión de la actriz en someterse a constantes operaciones de cirugía estética que han restado expresividad a su rostro además de finiquitar una belleza natural plenamente refrescante. Su matrimonio (por llamarlo de alguna manera) con el conocido actor Tom Cruise ayudó en buena parte a catapultarla al estrellato, ya que con su marido rodaría Días de trueno (1990) o Un horizonte muy lejano (1992) en sus inicios en Hollywood. Poco antes había participado en la interesante Calma total (1989), que puede considerarse su primer papel conocido. Como decíamos la actriz que siempre se declaraba australiana pero que ahora sabemos nació en Hawai, participaría en los años noventa en títulos más  enfocados al cine de entretenimiento como Batman forever (1995), El pacificador (1997) o Prácticamente magia (1998), mientras que en los años siguientes se volcaría en trabajos más orientados a demostrar casi obsesivamente su talento como actriz. De esta etapa son Los otros (2001), Las horas (2002), Cold mountain (2003), Retrato de una obsesión (2006) o Nine (2009). No podemos dejarnos en el camino el testamento fílmico de Stanley Kubrick y por extensión la película que igualmente mataría el contrato, perdón, matrimonio entre Kidman y Cruise, Eyes wide Shut (1999).


Pero vayamos mucho más atrás, en los tiempos en que la intérprete lucia orgullosa una alocada melena rizada y pelirroja y un rostro pizpireto repleto de pecas, para con sus juveniles dieciséis años participar en Los bicivoladores (1983), una cinta de corte familiar que no era más que una especie de publi reportaje sobre la moda del momento, las bicicletas de tipo BMX. En ese sentido la película guarda ciertos paralelismos con la más conocida Al filo del abismo (1989) con un jovencito y oxigenado Christian Slater protagonizando una cinta donde las bicicletas eran sustituidas por patinetes en plena eclosión de la moda skate. Como decíamos la película combinaba el cine para todos los públicos con una trama policíaca de malos y buenos en la que los jóvenes protagonistas se ven envueltos sin beberlo ni comerlo. La cinta únicamente se recuerda por la participación de la Kidman, y eso que  posiblemente y dados los nuevos aires que destila la actriz imagino no será plato de gusto que la relacionen con un título de ese tipo. Aunque para el que esto escribe sigo prefiriendo a la actriz de la primera etapa, natural en todos los sentidos frente a esta nueva diva del cine que exuda artificialidad tanto fuera como dentro de la pantalla. 

LOS BICIVOLADORES (1983)

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