PERDITA DURANGO, 1997
(PERDITA DURANGO) 123´ ALEX
DE LA IGLESIA
“En las últimas 48 horas he tenido dos
accidentes mortales, la mafia mexicana trató de dispararme, un pinche animal
trató de arrancarme la cabeza y todavía no he desayunado.”
Dumas
Alex De La Iglesia
da con Perdita Durango un salto cuantitativo en su cine en cuanto a presupuesto
e historia, algo que acaba pesando demasiado en una trama, basada a su vez en la
obra del personalísimo escritor Barry Gifford, sobre la que el director vasco
no logra llegar a hacer suya. Carece de esta forma de un hilo conductor que
enlace acertadamente las diferentes sub tramas y personajes sobre los que se
mueve la película.
Aún con todo Perdita
Durango deja clara la pericia técnica de nuestro mejor director de acción
actual, quien ofrece varias secuencias para el recuerdo enmarcadas en cierto
aura onírico muy cercano al estilo del autor literario creador de los
personajes de Perdita Durango y Romeo Dolorosa, unos correctos Pérez y Bardem a
pesar de lidiar el segundo con cierta exageración en su actuación.
Una película que
hace del exceso su marca de la casa logrando un título bastante potente en el
apartado visual pero con una historia deslabazada y sin fuerza, que va dando saltos sin ton ni son
entre santería, sexo y violencia.
ME GUSTA: El escenario
del cementerio de aviones.
NO ME
GUSTA: Ciertos cortes abruptos en el montaje que hacen que algunas secuencias
se inicien de forma poco natural.
FRASE
RESUMEN: De La Iglesia adapta a Barry Gifford, vaya dos patas para un banco.
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