PESADILLA EN ELM STREET, 1984
(A NIGHTMARE ON ELM STREET) 91´ WES CRAVEN
“Yo soy Dios.”
Fred Krueguer
Un título clave
dentro del género de terror de toda la década de los ochenta que además el paso
del tiempo se ha encargado de encumbrar como film de referencia a la hora de
hablar del cine de terror contemporáneo. Se trata de todo un ejercicio
cinematográfico donde la dualidad realidad-ficción cobra una importancia
capital con el engaño permanente al espectador sobre si lo que está viendo está
sucediendo realmente o se trata de una ensoñación de los protagonistas, algo
que logra mantenerte en constante vilo.
Además de construir
una serie de secuencias terroríficas convertidas en icónicas (las muertes de
Nancy, Glen o Ron por poner un ejemplo), la película destaca por la creación de
esa revisión del mito del hombre del saco en la figura de Fred Krueguer, un monstruo por fuera (con esas marcas de la
casa que son el rostro desfigurado o las cuchillas en su mano) como por dentro
(la idea sugerida de la pederastia), que sentaría cátedra dentro del género y
que a día de hoy sigue sin ser superado.
Una obra obligada
para todo aficionado al género de terror, lo mejor que puede decirse de ella es
que consigue dar auténtico miedo hoy, al igual que hiciera en el momento de su
estreno hace más de treinta años.
ME GUSTA: Logra sorprenderte y engañarte en no pocos momentos.
NO ME GUSTA: Fred
Krueguer pierde todo su potencial terrorífico en el momento en que es atrapado
en el mundo real, donde parece una suerte de animación de los looney tunes a la
hora de recibir golpes y porrazos.
FRASE RESUMEN: Para
ver con la manta hasta la barbilla y sobre todo sin dormirse.
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