sábado, 25 de marzo de 2017

300 EL ORIGEN DE UN IMPERIO

Que Eva Green es lo mejor de la secuela de 300 es algo que poca gente duda. No solo por el jugoso personaje al que encarna y que sabe postular con su interpretación como el más y mejor desarrollado y potente de la película, sino por la propia fisicidad que la actriz otorga a esta brutal Artemisa, logrando un atrayente híbrido de sensualidad y letalidad, cual si de una mantis religiosa se tratara. Es por ello que en la secuencia del encuentro sexual entre esta y Temistocles esta simbiosis queda manifiestamente expuesta en lo que acaba resultando una feroz pelea con un componente sexual totalmente a flor de piel, donde la atracción y el odio que ambos personajes se profesan queda totalmente expuesto, y que lamentablemente para ambos acaba con un coitus interruptus, con lo que deberán acabar de resolver sus diferencias en el campo de batalla y no en la alcoba.


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