SALON KITTY, 1976
(SALON KITTY) 112´ TINTO BRASS
“¡Tienen
una sola meta, el poder!”
Helmut Wallenberg
El erotómano Tinto Brass vio en la historia real
del burdel de Kitty Schmidt, utilizado por el nazismo para espiar a gente de su
propio bando, una oportunidad de oro para filmar uno de sus característicos
títulos donde la carnalidad y la sexualidad femenina son las grandes
protagonistas, lástima que el resultado final sin ser malo del todo pierda
buena parte de su potencial histórico por las formas de un director demasiado
anclado en un erotismo particular.
La película ofrece una factura muy del estilo del
director italiano con ese gusto por los encuadres rebuscados, esa fijación por
jugar con los espejos y la cámara y el uso recurrente de primeros planos, excesos
en las formas que se trasladan a las propias interpretaciones de unos actores
forzados a recitar sus textos con unos ademanes que resultan por momentos
demasiado artificiales. Brass consigue sin embargo no aburrir al respetable ofreciendo
un relato enmarcado en el por aquel momento género en boga del nazi explotation.
Un retrato de una etapa oscura de la historia
reciente donde las miserias humanas se conjugan para dar vida a una serie de
personajes amorales que, aunque en el caso de las dos protagonistas femeninas
logren hallar la redención, llena la película de desesperanza y oscurantismo. A
alabar por otra parte el gusto del orondo realizador a la hora de seleccionar a
las musas de sus películas, con una Teresa Ann Savoy como prototipo de mujer
donde un rostro de facciones inocentes es combinado con un cuerpo de formas
exuberantes, otra de las marcas de la casa de Tinto Brass.
ME GUSTA: La honestidad
de un director fiel a su estilo y sus constantes fílmicas, aunque sean
disfrazadas de otra cosa.
NO ME
GUSTA: Un montaje abrupto que huele a metraje censurado, al menos en la versión
a la que servidor a tenido acceso.
FRASE RESUMEN: Tinto
Brass pone su vista en el nazismo para hablar de sus constantes de sumisión y
erotismo.
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